El invierno ya llegó
Resumen y conclusiones
Esta semana tuvo lugar la degradación de Argentina en los índices MSCI y la llegada del invierno. Estas dos noticias comparten tres atributos centrales: i) Eran totalmente previsibles (aunque peor de lo esperado en el caso de MSCI); ii) No aportan ninguna novedad iii) Nos distraen de una variedad amplia de otros factores que también están sucediendo y que son más relevantes para poder responder una pregunta central para pensar en los precios futuros: ¿cuál es el andarivel por el que Argentina se está encaminando hacia 2022?
Repasando el mapa de riesgos que delineamos hace dos meses, pudimos observar que la economía llega mucho mejor de lo previsto al campo minado de variables financieras (renegociación de la deuda del Club de Paris, renovación de vencimientos en pesos), sanitarias (casos de COVID y vacunación) y macroeconómicas (dinámica fiscal, monetaria y externa).
Con este frente financiero más descomprimido, mejores condiciones sanitarias y la mejora de fundamentals macro, ¿cambia algo la perspectiva para 2022?
La respuesta de mercado no es clara: acciones y bonos registraron mejoras importantes y la presión cambiaria que puede medirse en la curva USD link claramente aflojó. En el neto, la percepción es que la mejora existe, pero es temporaria. La promesa de una economía menos desequilibrada en 2022, con compromiso de acuerdo con el FMI cerrado en el primer trimestre, todavía no parece descontado en los precios.
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